El pasado fin de semana 15 miembros del Club Deportivo Engáliate, junto a otros tres invitados de diferentes clubes, volvieron a realizar la Travesía Gran Canaria 28º Norte, que atraviesa el paralelo 28 que pasa por la Isla. Es la tercera edición de este encuentro que tantas satisfacciones brinda a los participantes.
En la madrugada del sábado iniciaron la ruta en Hoya del Pozo, en el municipio de Telde, para poner rumbo hasta Tejeda, donde harían el final del primer tramo. El presidente del club, Isidro Medina, cuenta que consiguieron llegar en hora a todos los puntos y pasaron por lugares tan emblemáticos como Valsequillo, Camaretas, Cueva Grande o la Degollada de la Cumbre, hasta llegar al pueblo cumbrero.
El domingo volvieron a madrugar y, aprovechando el cambio de hora, adelantaron la salida. Por el barranco grande de Tejeda cruzaron hasta el de La Solana, El Carrizal y La Meseta del Junquillo. De allí bajaron hasta la entrada a Siberio, se metieron en Vigaroe y subieron hasta Garabetas, para aparecer en Pino Gordo, desde donde bajaron a Las Huesas y avistaron todo el municipio de La Aldea. En ese momento comenzaron el “paseo” hasta la playa de La Aldea, notando en el cuerpo las huellas de la larga travesía. “Veías el final, pero aún quedaba recorrido”, señala.
El presidente del club cuenta que todos los participantes disfrutaron mucho de la travesía, que alcanzó en torno a los 81 kilómetros, y que cumplieron con el objetivo principal de esta actividad, la convivencia. “La gente estaba muy feliz y contenta, por los momentos vividos y por el éxito que sientes al superar una prueba tan difícil”.
Agradece a las seis personas que colaboraron en las diferentes paradas haciendo los avituallamientos. Y también aprovecha para destacar el papel del responsable de organización de senderismo del Club Neophron y de la invitada del Club Laister.
A su llegada a la playa de La Aldea fueron recibidos por la concejala de Deportes accidental, Isabel Suárez, quien dio la enhorabuena a todos los participantes por superar esta travesía. Los senderistas compartieron con ella y los familiares y amigos que les esperaban algunas vivencias del largo trayecto.