El alcalde de La Aldea de San Nicolás, Tomás Pérez, ha mantenido un contacto permanente con los responsables insulares y regionales de Carreteras y Obras Públicas, para solucionar cuanto antes la reapertura de la GC-200 ante el cierre de la vía de este miércoles por un nuevo desprendimiento.
Tomás Pérez ha contactado con el Cabildo de Gran Canaria para hacer un seguimiento de las gestiones que se están realizando para valorar los daños, y conocer los plazos que prevén de ejecución de la obra de reparación.
Asímismo, ha mantenido contacto con la consejera regional de Obras Públicas, Ornella Chacón, para transmitirle la situación en la que queda el municipio con el nuevo cierre y conocer el grado de ejecución de la nueva vía, entre La Aldea y El Risco.
En esta línea, se ha solicitado ya a la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, que active los protocolos de atención a pacientes puestos en marcha en anteriores ocasiones similares.
Paralelamente, la concejal de Obras del Ayuntamiento de La Aldea de San Nicolás visitó esta mañana el lugar del desprendimiento, junto al Director General de Obras Públicas del Cabildo de Gran Canaria, José Francisco Duque, técnicos de Carreteras de Gran Canaria y técnicos de la empresa que instaló las mallas acaban de finalizar una visita a la zona del desprendimiento en el Andén Verde. El objetivo era analizar las causas del mismo y recabar datos con los que establecer los plazos de intervención y reapertura de la vía.
Los ténicos concluyeron que este nuevo desprendimiento se produjo por un importante deslizamiento de la ladera provocado por los importantes índices de humedad de esta zona, expuesta a bajas y altas temperaturas en un espacio corto de tiempo, lo que provoca un importante proceso de erosión de la montaña. Aseguran también que las mallas respondieron y que de no existir, el daño hubiera sido mucho mayor.
Lopesán, empresa que instaló las mallas, se ha comprometido a informar cuanto antes de los plazos de reparación de la vía y las posibles fechas de reapertura, con malla y sin malla, con el objetivo de restablecer lo antes posible la circulación, sin descuidar la seguridad de las personas.