La Aldea de San Nicolás continúa con la recuperación y promoción del Humedal de La Marciega, una de las joyas naturales de Canarias y considerado uno de los humedales más importantes del Archipiélago. En los últimos años se han venido desarrollando desde el Ayuntamiento en colaboración con otras instituciones, diferentes iniciativas y proyectos que continuarán este 2020, con el objetivo de dar a conocer este enclave entre la población local y atraer al ecoturismo. Las actividades más realizadas han sido rutas guiadas para la observación de la flora y fauna, o  visitas organizadas en colaboración con diferentes colectivos y centros educativos. La primera de este nuevo año tendrá lugar el próximo sábado 15 de febrero, a partir de las 9:30 horas. Durante tres horas aproximadamente, y de la mano de Azaenegue Naturalistas, se podrá ejercer de ‘Ornitólogos por un día’, conociendo la flora y fauna de un enclave muy particular. Para asistir sólo es necesario inscribirse en el teléfono 663 27 17 62, o enviando un mail a grancanariarecicla@fundacioncanariasrecicla.org. El Humedal de La Marciega, situado en el delta del Barranco de La Aldea, es un lugar emblemático del municipio, fundamental en su historia, origen del poblamiento y de su fiesta de El Charco. Se encuentra, además, entre los humedales mejor conservados del Archipiélago. Actualmente contribuye a la recarga del acuífero, la regulación de las aguas superficiales, captación de CO2 y producción de oxígeno, o la reducir la erosión.

A lo largo de la historia del municipio ha proporcionado recursos vitales a los vecinos como: combustible (leña); alimentos (peces (anguilas y lisas), moluscos y, probablemente, aves acuáticas); materiales para útiles y construcción (madera, fibras vegetales (ej. juncos), barro (cerámica)) y agua.

Con el trabajo de los últimos años, poco a poco se está convirtiendo en un reclamo de máximo interés para ornitólogos, y amantes de la naturaleza en general, que pueden observar más de 60 especies de aves que allí conviven.

Esto le confiere un gran valor natural, al que también contribuye el que que conserva uno de los mayores bosques de tarajal de Canarias, y zonas inundables de gran importancia, que acogen cada año a numerosas aves migratorias como garzas, correcaminos, vuelve piedras o patos tarro canelo.

En este marco, La Aldea de San Nicolás, trabaja para atraer un turismo ornitológico de calidad que permita diversificar la economía con un visitante de calidad, que busca una oferta de ocio diferente al tradicional ‘sol y playa’.