Las obras de mejora del Centro Municipal de Cultura en La Aldea de San Nicolás están llegando a su fin. Esta semana se ha comenzado a pintar la fachada del edificio, después de que se hayan culminado las fases de arreglo de la instalación eléctrica y control contra incendios además de mejorar la accesibilidad al edificio y las diferentes zonas del interior.
La concejal de Obras, Naira Navarro, detalla que “pintar la fachada y el interior es lo último que estamos haciendo, porque nos parecía que no podíamos reabrir el edificio con las paredes como estaban”.
La fecha definitiva para la reapertura se establecerá cuando llegue el telón, en estos momentos en Barcelona para una limpieza e ignifugación completa. “Una vez y conozcamos cuando estará aquí, anunciaremos la fecha, pero esperamos que sea pronto”.
La ignifugación del telón, además de la de todas las butacas, ya finalizada, es una tarea muy importante para evitar riesgos mayores en caso de incendio.
REFORMA
Una vez y se reabra, el Centro Municipal de Cultura contará con una instalaciones eléctricas de baja tensión existentes totalmente reformada y adaptada en su totalidad a la normativa actual (REBT), nuevo alumbrado general, de emergencias y profesional, así como instalación de sonido. Por otro lado, se ha dotado de instalación de protección contra incendios incluyendo actuaciones como sistemas de detección de incendios, bocas de incendio, telón cortafuegos del escenario, etc.
Y en cuanto a la parte de puesta en funcionamiento del edificio, cabe destacar la adaptación del acceso de entrada mediante la instalación de una plataforma mecánica, la colocación de cinco butacas reservadas para personas con movilidad reducida, la construcción de un baño adaptado y la reforma del escenario y sistema de control de aforo, entre otros.
Además se han ejecutado las obras necesarias para el cumplimiento de las exigencias básicas como actividad clasificada, que incluyen actuaciones como tratar el suelo existente para reducir su resbaladicidad, la colocación de un pararrayos, la disposición de cinco plazas para personas con discapacidad auditiva y la aplicación de un tratamiento ignífugo a telones, cortinas, paredes y butacas.