Este sábado, 24 de marzo, se celebró la Ruta Naturalística Guiada al Bocabarranco de La Aldea, desde El Roque a La Punta.
Una vez más, esta actividad organizada por la Concejalía de Medio Ambiente en colaboración con Azaenegue Naturalistas, cuenta con una importante presencia de visitantes. En esta ocasión, participaron de Gáldar, Las Palmas de Gran Canaria, turistas de Bélgica, Francia y Estonia.
Los participantes quedaron encantados con los paisajes y perspectivas con las que el recorrido les iba sorprendiendo. En concreto, con el Humedal de La Marciega y el Tabaibal de la Punta, que tras las últimas lluvias, se encuentran en todo su esplendor.
La desembocadura del barranco de La Aldea es la salida natural de la mayor cuenca hidrográfica del Archipiélago. Un espacio amplio con una geología espectacular que durante millones de años ha sido ocupado por distintos ecosistemas.
El recorrido comenzó en la Orilla de La Marciega, junto a un paraje agrario y a los pies del macizo de Guguy, donde tomaron el último tramo del antiguo canal que repartía el agua de las presas por el valle. Durante algunos metros avanzaron entre un matorral suculento muy especial en el que destaca el extenso y hermoso cardonal de El Roque. Al final del canal, en la degollada que lleva el mismo nombre, se encontraron con una panorámica impresionante de los acantilados de Guguy, todo un espectáculo que les permitió conocer detalles muy importantes del primer ciclo eruptivo de la isla y disfrutar de un rincón biodiverso como pocos.
Desde la Degollada bajaron hasta La Playa y caminaron atravesando el humedal de La Marciega, otro espacio natural singular (de mucha importancia para las aves) constituido por una amplia zona inundada y uno de los bosquetes de tarajal más grandes de Canarias.
A continuación, dejando atrás antigua cantera del muelle, se adentraron en uno de los tabaibales mejor conservado de la isla, el de La Punta, un destacado paisaje que es la antesala al acantilado del Andén Verde, un enorme arco producto de un viejo deslizamiento gravitacional que dio lugar a un rincón indescriptible.
Después de contemplar relajadamente uno de los escenarios más bellos del planeta, continuaron entre toldas, tabaibas mansas y una amplia lista de plantas crasas hasta el lomo de Los Caserones, lugar en el que se localiza uno de los mayores y más importantes asentamientos del periodo amazigh en Gran Canaria.
La próxima cita: 21 de abril. Próximamente les ofreceremos toda la información.